A lo largo de la formación del músico siempre se ha escuchado que debemos desarrollar nuestra memoria musical, o nuestro maestro en algún momento nos ha exigido una obra de memoria para presentarla como examen en una muestra académica o en un concierto. Pero casi nunca se nos ha dicho como desarrollar la memoria musical y la importancia que tiene para el músico.
Antes de seguir quiero que piense un poco, sobre como seria un concierto con el interprete leyendo una partitura… ¿Le gustaría que lo hiciera?, ¿Cómo te sentirías?, ¿Qué opinión tendrías del artitas?... En mi opinión no me gustaría, me sentiría defraudado, y pensaría que el artista no se sabe bien la obra… Esto como público, pero ahora ponte en el lugar del artista y hazte las misma preguntas… No es fácil explicarlo, pero siempre ponemos como excusa,…me siento más seguro con la partitura al frente… sin embargo tienen sus limitantes. Al poner un atril que interfiera la visión del público ya se corta la percepción entre artista y su audiencia, y por otra parte lo que se refleja es inseguridad, la expresión se debilita, entre muchas otras cosas.
Estoy seguro que cuando el interprete se sabe de memoria la obra puede interpretarla mucho mejor, puede transmitir lo que realmente quiso expresar el compositor o arreglista en la ejecución, no se pierde ese contacto visual que hay entre publico y artista que expresa satisfacción por lo que está viendo, esto es un sentimiento que no tiene explicación, sino que hay que vivirlo para poder entenderlo. Todo esto puede parecer muy sugestivo, pero cuando nosotros escuchamos un CD podemos disfrutarlo, pero nunca al nivel cuando se está en vivo.
Hay personas que comentan que la memoria funciona visualizando y relacionando lo que se desea aprender con algún hecho o cosa que nos haya sucedido. Según Barbacci (1965), habla de varias tipos de memoria utilizadas para llegar a mejorar la memoria musical, dentro de estas encontramos en primer orden la memoria visual, la memoria nominal y la memoria muscular. La memoria visual se da cuando leemos la partitura por primera ves, dándole paso a la utilización de la memoria nominal cuando le ponemos nombre a las figuras musicales, al ritmo le damos el tiempo adecuado y ponemos en practica lo aprendido, y por último la memoria muscular que tiene que ver con la memorización de los movimientos de los dedos en el caso de los instrumentistas que utilizan los dedos para ejecutar su instrumento, la posición y abertura de la boca cuando cantamos, y la respiración adecuada cuando ejecutamos un instrumento de viento.
4 comentarios:
Saludos Roberto. Que buena esta iniciativa tuya de crear un blog para debatir acerca de la educación musical, sobre todo desde tu perspectiva de profesor moderno y joven, pero con experiencia. Estaré pendiente de lo publicado y en algún momento haré algun aporte. Jesus Rondon
Gracias Jesús, espero que este espacio le sirve a todos para comentar sus experiencias y actividades, en especial las tuyas como formador y director de grupos musicales.
Hola me gusta tu escrito, muchos docentes de música tienen el conocimiento pero en cuanto a la parte didáctica se observan muchas deficiencias. Siempre he pensado que el docente en música es algo muy especial, uno porque es un artista y el otro porque es un maestro tiene las dos grandes virtudes para alcanzar significativos resultados en el proceso de ensañanza. Por otra parte te felicito porq se observa que eres una persona con visión abierta y no te encasillas a métodos y técnicas obsoletas y rudimentarias.
Hola Ángel, Por falta de tiempo no había podido contestarte,sin embargo me fue grato leer tu comentario, pienso que las nuevas generaciones de educadores musicales tienen una tarea muy difícil, ya que como tu mismo haz planteado debemos cultivar el ser músico y educador.
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